miércoles, 23 de septiembre de 2015

LOS SANTOS ÁNGELES, REVELACIONES EXTRAORDINARIAS

LOS SANTOS ÁNGELES:
Nuestros Poderosos Defensores y su tarea sublime al servicio de la Creación.
Parte I (de Cuatro Partes)

San Miguel Arcángel, Jefe de los Ejércitos Angélicos de Dios

INTRODUCCION.
        El 21 de septiembre y el 1º de noviembre de 1982 un ángel demonio tuvo que hacer unas revelaciones nunca imaginadas y decir cosas acerca de la gran ayuda que prestan los ángeles, San José y los Santos en nuestros tiempos. El tuvo que manifestar también el insulto y la ofensa lanzados contra la Inmaculada, sobre todo en Lourdes, y la negligencia merecedora de castigo hacia las pobres almas.

Criterios de examen y de juicio.
Según las palabras y el ejemplo de San Pablo: “Examinadlo todo, aprobad lo que es justo”. Tan solo este puede ser el criterio para decidir y reconocer si el contenido es bueno o malo. Nadie negará que es útil a la eterna salvación y fuente de gracia, porque Dios se sirve de los demonios, que por naturaleza son sus adversarios, pero que están sometidos a su Poder y le tienen que obedecer. Leemos en la Sagrada Escritura, que un espíritu perverso tuvo que testimoniar a favor de Jesús y Jesús admite este testimonio llegando a demostrar, sin embargo, su gran poder sobre los espíritus malignos (Mc. 1, 23 y ss.)

El desprecio de los Mensajes del Cielo tiene consecuencias que no se pueden describir.
Por cierto, hay circunstancias en las que se dicen cosas y se dan llamadas del Cielo que son extraordinarias. También para nuestros tiempos es algo extraordinario y para uno que ha perdido la fe y vive en el pecado, sin guía, más bien siguiendo una humanidad falsamente guiada, hay necesidad de señales extraordinarias. Por mucho tiempo han sido descuidadas las advertencias, las oraciones del Cielo por parte de pequeñas y humildes almas, y a veces adrede retenidas, como la del conocido Publicista Claus Peter Clause, como las apariciones en Heede y otras apariciones de la S. Virgen sofocadas por la Iglesia, y que, en base a éstas, aun la misma Segunda Guerra Mundial hubiera podido ser evitada. Después de la Segunda Guerra Mundial, en Alemania, el gran mensaje de la Inmaculada en Marienfried, Heroldsbach, etc., a pesar de intervenciones y pruebas, testimonios teológicos, aprobaciones científicas y actos  muy notorios, todo fue sofocado y rechazado por la Iglesia (30 años de lucha para el reconocimiento de las apariciones y de los mensajes de Marifried – Pfaffenhofenbel Neu-Ulm).
O del encubrimiento y distorsión que hicieron varios jerarcas, entre los cardenales de los Prioratos de Praga, de Sión y de la masonería judaica están Joseph Ratzinger Peintner –Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, luego Benedicto XVI- y su colaborador y brazo derecho Tarcisio Bertone  –encargado de varias secciones de dicha Congregación, entre las cuales está la sección encargada de dar reconocimiento a las Apariciones Sobrenaturales-, con esta posición que alcanzaron, bloquearon y distorsionaron el verdadero contenido del Tercer Secreto de Fátima dado a Sor Lucía dos Santos por la Virgen María: “Satanás se infiltrará en el seno de la Iglesia; llegará hasta los Más Altos Reinos de la Jerarquía en el Vaticano; y hasta la Silla de Pedro”, porque el Mensaje delataba su infiltración hasta la Cúpula del Vaticano para demoler la Iglesia Católica (Cf. ”Cronología de un Encubrimiento” http://concilioecumenicovaticanoii.blogspot.mx/2014/02/cronologia-del-encubrimiento-del-tercer.html )
Con esto se confirma la presencia de la “jerarquía masónica” referida en el libro profético del Apóstol San Juan en el Apocalipsis 13, 11-12 (los corderos al servicio de la primera bestia –la masonería laica- y que hablan como la bestia –masonería eclesiástica-) infiltrando, desde el Concilio “Ecuménico” Vaticano II la “corriente modernista y la teología de la liberación), visión y profecía dadas de antemano al Profeta Daniel (7-11); y a la muy venerable monja capuchina estigmatizada Anna Catalina Emmerich (Cf. ”Visiones y Revelaciones Completas a la Venerable Ana Catalina Emmerich”; Cuaderno Núm.3 (Cf. http://vocesprofeticas.blogspot.mx/2012/04/exegesis-de-las-revelaciones-la.html ); y en “Advertencias del Más Allá a la Iglesia Contemporánea”, Librería Espiritual, en Quito, P. Arnold Renz)(**); y más recientemente, entre otro muchos profetas y videntes católicos, al P. Steffano Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano, en el Capítulo referente a “Las Dos Alas del Águila” en adelante, donde la Virgen hace una Exégesis Divina revelando la simbología de los textos bíblicos del Apocalipsis Cf. http://elejercitomariano.blogspot.mx/2014_05_13_archive.html ).
Por esto es equivocado y más aun merecedor de culpa rechazar el positivo contenido en los mensajes por motivo de la procedencia, según el mismo ejemplo de los Judíos, que rechazaron a Jesús por causa de su humilde origen (el hijo del carpintero no podía ser el Mesías).

Distintas expresiones de diversos videntes no significan contradicciones.
Ya en el Antiguo Testamento nosotros leemos acerca de la ayuda y veneración de los Santos Ángeles. En las revelaciones a menudo están contenidos distintos nombres y descripciones al respecto. Además hay que recordar que a menudo un ángel cumple varias tareas y muchos ángeles juntos pueden tener una tarea en común.
Como se sabe acerca de todo conocimiento, el hombre primero tiene que tomar familiaridad con las cosas pequeñas y sencillas. Las personas favorecidas con gracias especiales o carismas tuvieron primeramente la revelación de aquellos ángeles que están más cercanos a los hombres, los santos ángeles custodios. Más tarde ellas fueron introducidas en la grandiosa visión de los Coros angelicales más altos.
Desde más de doscientos cincuenta años los siete arcángeles son venerados con su nombre.
En la Iglesia parroquial de Mettenheim cerca de Mϋndorf en la Diócesis de Munich – Frisinga, los siete santos arcángeles son llamados por su nombre y venerados, probablemente desde que fue consagrada la Iglesia el 18 de Octubre de 1720 por parte de S. E. Francisco Antonio Adolfo Conde de Wasenberg, Obispo de Chiemese y Obispo coadjutor de Salisburgo. Los siete grandes arcángeles, comandantes de los coros angelicales en la lucha en contra de los espíritus infernales que han sido precipitados, son representados en estatua de tamaño humano con los nombres de: Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jehudiel, Sealtiel, y Baraquiel.

Los Ángeles son los Poderosos Protectores en este tiempo.
Aunque en el transcurso de la historia muchos santos hayan tenido grandes visiones de los Santos Ángeles y hayan tenido experiencias y ayuda de ellos, sin embargo su veneración no avanza. Antes bien, en nuestro tiempo, es ni más ni menos negada la existencia de los Santos Ángeles por parte de ciertos teólogos. Ha sido quitado de una Iglesia por parte de un sacerdote una hermosísima estatua de San Miguel y la quería vender a un anticuario, pero la recogió una señora y se la guardó en su casa y, la honraba de la mejor manera que podía. Con todo, después que el infierno con sus oscuras maquinaciones ha destruido casi todo, el Cielo nos recuerda de nuevo esta gran verdad. En su amor el Señor nos muestra por medio de personas favorecidas con especiales dones, el poder y la ayuda de los santos ángeles y pide sobre todo en nuestro tiempo que anunciemos esta ayuda a los hombres para la salvación de sus almas.

La Inmaculada, una piedra fundamental de la fe católica, es hoy ofendida…
En Lourdes, donde la Madre de Dios en el año de 1858 personalmente confirmó el dogma de la Inmaculada Concepción definido por el Papa Pío IX, le fue quitada de la cabeza la corona con este título de honor. De esta falta de respeto y de esta ofensa hacia la Madre de Dios sobre todo en Lourdes, los demonios en 1982 tuvieron que hablar de ello por orden del Cielo. El 1º de Noviembre de 1972 oímos de nuevo hablar de este triste hecho y también de las consecuencias que se derivaron para la juventud. La triste situación de los jóvenes lanzados por el camino equivocado por parte de la misma Iglesia, es muy grande por doquier, hasta en los lugares más pequeños y en cada familia. En Fátima la Madre de Dios dijo en 1917, que por causa de los pecados de impureza, muchas almas se condenan.  Y hoy ¿cómo van las cosas? Después que el Cielo ha deplorado con las personas favorecidas este ultraje y ofensa de Lourdes, un grupo de peregrinos de Suiza hizo fabricar una corona con las palabras de honorífico título de la Inmaculada que ellos mismos luego llevaron a Lourdes. Y sin embargo, el obispo actual no aceptó colocar de nuevo en la cabeza de la estatua esta inscripción de la Inmaculada Concepción.
Ahora bien, todos nosotros nos preguntamos, qué podemos hacer, para cambiar estos actos de hecho y modificar las cosas por medio de reparaciones, sacrificios, oraciones y tal vez con nuestro valiente comportamiento. Quizás nosotros personalmente o juntos podemos dirigirnos a los obispos, y recordarles su grave responsabilidad, para que el actual obispo, permita que su título santo de la Inmaculada Concepción resplandezca desde la estatua, como señal y símbolo sobre todo para la juventud de Lourdes y para todos los demás lugares. Esta ofensa hecha a la Inmaculada es una ofensa dirigida a todo el Cielo y especialmente a su castísimo esposo, San José, que es, después de Ella, el Santo más grande del Cielo. La vida y las virtudes de San José deberían servirnos como ejemplo sobre todo para reconocer la voluntad de Dios, del Padre del Cielo. San José sufrió mucho de que su Inmaculada esposa María hubiera concebido de una forma imprevista, y pasó días y noches en oración para decidir, puesto que él no quería difamar a María. En su infinito sufrimiento se le apareció inesperadamente un Ángel del Cielo y le manifestó el misterio de la Encarnación de Jesucristo (Mateo 1,18 ss) (1). Siguiendo su ejemplo e invocando su ayuda, orando examinemos las revelaciones, para que Dios quiera brindarnos también a nosotros el conocimiento de la verdad.

El grave sufrimiento y el abandono de las pobres almas en nuestros días.
En las puertas de un cementerio están escritas estas palabras: “No pases sin levantar una plegaria, puesto que muy pronto tú serás el que la pedirás”. Ojalá nos vuelvan a menudo a la mente estas palabras al pasar delante de un cementerio. El conocido escritor, sacerdote, el español padre Rodríguez, habla acerca de un padre franciscano, al cual se manifestó un hermano suyo desde el Purgatorio. Al pedido de una señal, se le indicó que extendiera la mano.
He aquí que la aparición dejó caer una gota de sudor en su mano. La gota traspasó no solo su mano, sino también el piso que era de piedra. Por dos años el pobre padre sufrió día y noche los tormentos más indecibles.

La propia santificación es el primer deber
En el exorcismo, el Cielo nos recuerda, nuestro primer deber: la propia santificación. La Iglesia siempre ha anunciado que éste es nuestro primer deber, la salvación de nuestra alma.
El Santo Padre Papa Pablo VI, el 10 de octubre de 1972 en la audiencia general, nos ha dado claras advertencias con sus inolvidables palabras: “Vosotros debéis vivir vuestra fe y practicar vuestra religión, como os ha sido enseñado y de la manera  en la que habéis sido educados. No sigáis los errores y las aberraciones!”.

(1) Cfr: Libro de María Cecilia Baij: “La Vida de S. José”. Libro de próxima aparición en Librería Espiritual. Quito,  Ecuador.

Fieles a estas palabras y apoyados en la Santa Iglesia Católica nosotros oremos también para el Santo Padre actual: “Para que tú, oh Señor, lo fortifiques, lo consueles, lo guíes hacia la salvación de la Iglesia y las almas.  Amén”. Para obtener las gracias, la humildad es la primera condición decisiva como nos lo enseña la Iglesia y el ejemplo de los mismos santos. En muchos exorcismos los demonios tuvieron que recomendar particulares oraciones para obtener la humildad que nosotros hemos recogido en el librito: “Santa Brígida de Suecia”. Ojalá cada lector pueda encontrar la gran ayuda que el Cielo da con sus revelaciones, su responsabilidad en realizar el Divino Querer y conocerlo antes, según las propias posibilidades.

PLEGARIA DEL ARCÁNGEL SAN MIGUEL EN FÁTIMA
                   “Dios mío, yo creo, espero,
                        Os adoro, Os amo
                Os pido perdón por todos los que no creen, no esperan,                    
                no Os adoran, y No Os aman.
                Santísima Trinidad, Padre, Hijo,
                Espíritu Santo,
                yo Os adoro con profundo respeto
                y Os ofrezco el precioso Cuerpo y Sangre,
                el alma y la divinidad
                de Nuestro Señor Jesucristo,
                que está presente en todos los tabernáculos
                de la tierra,
                en reparación de las ofensas, sacrilegios,
                indiferencias con los cuales El es ofendido.    

                Por los méritos infinitos
                De su Sagrado Corazón y del
                Inmaculado Corazón de María
                Yo Te suplico por la conversión
                De los pobres pecadores.
                Amén.

Exorcismo del 21 de septiembre de 1982

E= Exorcista – D =Demonio


E.- Di solamente la verdad, lo que el Cielo te ordena que digas, en nombre del Santísimo Sacramento! Di la verdad y tan solo la verdad en honor de Dios y en provecho de las almas: No digas nada con respecto a todo lo demás!  En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén.

El Arcángel San Miguel e innumerables ejércitos de  ángeles alaban a Dios y sirven a los hombres…
D.-  Nosotros sabemos que más arriba de nosotros y del Infierno está ahora el Arcángel San Miguel! A su derecha nosotros podemos ver al Arcángel Jehudiel, a su izquierda San Baraquiel, más allá a los siete arcángeles que se turnan ahora a su derecha ahora a su izquierda. Detrás de él, en semicírculo, vemos a infinitos ejércitos de Ángeles, Arcángeles, Ángeles custodios, Tronos, Principados, y otras legiones de ángeles que no vemos, tenemos que verlos, estamos obligados a verlos. También estamos obligados a decir que los vemos porque así debe ser, porque así Dios lo quiere y la Santísima Trinidad.  Ellos son infinitos ejércitos, que alaban al Altísimo y lo exaltan por toda la Eternidad, desde que ellos fueron creados.  Y de estos ejércitos, hay muchos ejércitos, que son los Ángeles custodios confiados a los hombres.  Ellos pueden ayudar mucho a los hombres si es que los interesados invocan a sus Ángeles custodios, o si ellos invocan a todos los coros de los  ángeles, igualmente, y en primer lugar a los siete arcángeles y a todos los santos coros angelicales. Entonces todos están listos por así decir y por las oraciones de los hombres, los ángeles vienen, como si Dios les ordenara, para escuchar este deseo y dar esta gloria al Altísimo, y precisamente por las buenas oraciones y súplicas de esta persona.  Sin embargo algunos hombres, más bien millones de hombres olvidan sobre todo que tienen un ángel custodio, que tantos ángeles impiden calamidades y que tienen que asistir a los hombres.  Los ángeles llevan y guían a todo el Universo según el QUERER DE DIOS.

Por orden de Dios, los ángeles tienen también que colaborar para el desarrollo y crecimiento de la naturaleza: guiar hacia el bien a la criatura, guiar a los animales, como también a las piedras, a las montañas, al sol y todo en general.  Para todo esto, el Altísimo tiene un ángel, que lo sirve. Naturalmente, Él es quien conduce al Universo. Para su mayor gloria Él ha creado a los Ángeles y ahora sirven y llevan al Universo, lo guían y lo sostienen.

Sirven para su mayor gloria. Por ejemplo, la misión del Ángel custodio es proteger al hombre. Más aun, los ángeles tienen que proteger también al mundo animal para que no corra peligros. Se podría decir, yo mismo Belcebú tengo que decir, que los hombres podrían orar a los ángeles para que guíen a los animales, protejan los valles, los montes, etc. Les corresponde a los hombres orar para que todo el universo sea guiado. Y os digo que ellos lo guían según el QUERER DE DIOS, que sin embargo ellos podían hacer algo más y habría también otros muchos ángeles que serían enviados en ayuda para que todo se realice según el QUERER DE DIOS y los planes del Altísimo, si es que los hombres oraran.

Por ejemplo, con respecto al mundo actual, no habría una gran mortandad de peces, una gran destrucción de pájaros! Habría todavía tantos pájaros cuantos sean necesarios para el equilibrio como era antes, si es que los hombres invocaran a los ángeles, a los ángeles custodios, a los ángeles del universo y a los ángeles colaboradores y servidores, para que ellos provean en la defensa del Universo y éste permanecería en su hermosura para vosotros, como el Creador lo ha hecho.  Pero esto falta a la humanidad y lo tengo que decir por orden del Cielo.

Millones de Ángeles esperan inútilmente la invocación del hombre.  
D.- Tan solo unos pocos oran a su ángel custodio, menos aún al ángel del día, porque ellos no lo conocen, y muy pocos oran a los ángeles, a los Coros Celestiales y al ángel del Universo, como yo he tenido que decir ahora. Por lo tanto, no debe sorprenderos, de que caigan sobre los hombres tantas desventuras, tantos accidentes en los trenes, terremotos, muertes de animales, accidentes debido a los animales, etc., inundaciones, calamidades por incendios y otros. 
Los ángeles tienen el poder sobre todo esto, por tener la asistencia Divina ellos pueden ayudar al Universo. Pero si ellos no so absolutamente invocaos, ellos pueden ayudar de una forma muy reducida. Lo que desde siempre ellos han hecho y siguen haciendo por el servicio del Universo, ellos lo hacen por cierto. Pero está también en la vida y en la religiosidad de cada persona, invocar a los ángeles, para colaborar, para que sucedan menos desgracias y el Universo permanezca firme. Sin embargo la Iglesia y la humanidad están tan avanzados en el camino del error, que todo lo arrastra consigo, de modo que también el Universo sufre las consecuencias.
No quiero hablar más!

E.-  En nombre de Jesús…!

D.- Yo estoy obligado a decir, aunque no lo quiera, que habría miles y miles de millones de espíritus serviciales y vendrían para servir al Universo, si es que fueran invocados por los hombres. Ellos alaban además al Señor en este tiempo. Ellos mientras tanto esperan conseguir la orden del Altísimo. Y el mismo Altísimo espera y desea que se invoquen a los espíritus que ha creado para que ellos puedan servir. Pero ellos no lo hacen, porque no son llamados, porque no son invocados, antes bien, son olvidados (lo dice con voz fuerte) porque sobre todo casi nadie piensa en los ángeles: eso lo tengo que decir.
Ya no quiero hablar más!

E.- En nombre e Jesús…!

El ‘Ángel del Día’ tiene un gran poder de intercesión.
D.- Yo he tenido que decir todo esto brevemente! Habría mucho más que  manifestar, revelar, sacudir. Sin embargo tengo que añadir –como nosotros hemos tenido que decir ya una vez- en el día en el cual el ángel del día tiene su gran día, entonces se puede conseguir de él gracias particulares para sí. Para la humanidad y para la Iglesia.
Pero yo no quiero hablar…

E.- En nombre de Jesús…!

D.- Hasta se puede gritar al ángel del día: “Haz bajar sobre nosotros todas las gracias que podemos pedir sobre todo para nosotros, para los hombres y para la Iglesia. Ora sin embargo también a los otros ángeles, para que ellos en este día nos alcancen gracias especiales”  Y ellos lo harán, lo harán, lo tienen que hacer. Ellos están al servicio del Altísimo. Por lo tanto tengo que decir una vez más: Invocad también al Ángel del día, que en este día tiene un poder especial sobre el corazón del Altísimo. Los santos y el Ángel del día. Al igual que la Reina del Cielo, en sus fiestas, tienen unos poderes muy especiales, privilegios y consiguen las gracias del corazón del Altísimo.  Es un necio el que no implora estas gracias. Tonto, necio el que no hace todo lo posible para la Iglesia y para sí mismo... Tengo que decir algo más pero ya no quiero hablar.

E.- Di la verdad y tan solo la verdad en nombre…

Los santos y el Ángel del Día deberían ser siempre proclamados  antes de la celebración de la Santa Misa e invocados…
D.- Yo tengo que decir… Yo, el segundo demonio en poder, qué inmensa humillación es para mí esto, para mí el segundo en el poder! Yo tengo que decir, porque yo soy un ángel demonio, tan importante que se destruyen innumerables gracias, al no invocar a los ángeles, al ángel del día. Cada sacerdote antes de la Misa debería proclamar el ángel y los santos del día anunciándoles al pueblo!  Hoy celebramos, la fiesta del Santo Ángel del Día…y de los Santos… testimonios de la fe… Invocad también durante la Misa sobre todo a éstos y pedid las gracias por medio de ellos y las obtendréis.  Llevad y ofreced con vosotros en la Santa Misa a los Santos y al Ángel de día, aunque estén presentes siempre todos los coros de los ángeles, pero el Santo Ángel de ese día tiene que ser invocado de una manera especial. Antes de comenzar la misa invocad también al ángel que preside o protege aquella determinada iglesia o lugar sagrado y al ángel de la Diócesis! Cada iglesia, cada parroquia, cada Diócesis tiene ese ángel tutor que está por encima de cada párroco, de cada comunidad y de cada cristiano y obtendréis gracias especiales para la parroquia y para las necesidades particulares de cada uno. (2) ¿No queréis hacer esto?: sin embargo él, el santo  y el ángel están allí…yo no quiero hablar más…

E.- Habla en nombre de…

D.- “Oh Altísimo, tu majestad, cuya grandeza y dignidad nosotros todos reconocemos y a la cual nos sometemos, nos encomendamos a Ti. Encomendamos a toda la parroquia para una particular protección.  He aquí, que este párroco se ha olvidado de invocarme a mí y a todos los ángeles, y los fieles han olvidado llamarme en su ayuda, pobre ángel de la parroquia…de la Diócesis… de esta iglesia. Pero Tú oh, Señor sabes que el hombre es débil. Yo quisiera proveerle todo lo que le falta. No lo achaques a ellos el pecado y tan grave culpa. No permitas que caminen perdidos…” así tiene que orar al ángel custodio de la parroquia. Yo he tenido que decirlo! Pero ya no quiero decir nada más.

E.- En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…


(2)               Ángeles de la Diócesis, Iglesias, Parroquias, comunidad y de cada cristiano.

Sin la oración por parte del hombre las manos de los ángeles están atadas.
D.-  Lastimosamente, yo, Belcebú, tengo que decir que estos santos ángeles están obligados a rezar cuando es celebrada la Misa en una capilla, puesto que los fieles invocan a este ángel y al Altísimo. El ángel imploraría  para ellos gracias mucho más grandes y lo quisiera y lo podría hacer, porque él tiene un gran poder sobre el corazón del altísimo. Como ya dijimos con respecto al ángel de cada día, esto vale también para el ángel de la parroquia o las Diócesis, etc., sin embargo este ángel tiene que ser invocado y sobre todo en la celebración de la Santa Misa. El hombre será escuchado en sus oraciones tanto más pronto, si lo pedido está en el Querer de Dios, si ora así, ya no es una oración de él solo, porque los ángeles son siempre espíritus purísimos y servidores del Altísimo a quien ellos aman con amor muy ardiente. Generalmente son los Principados, los ángeles tutores de las parroquias y de las Diócesis. Puesto que los ángeles vigilan con cuidado, con gran sentimiento y amor sobre estas parroquias, guardan a cada uno en su corazón angelical, si así se puede decir, donde los tienen encerrados y por lo tanto los podrían ayudar aun más. A menudo, sin embargo, ellos tienen las manos atadas, puesto que no se invocan y no se ora nunca o casi nunca a los santos ángeles y sobre todo en las parroquias y en las Diócesis. Es una cosa muy singular en el mundo angelical. No nos detendremos nunca en decir que esto tiene que ser dado a conocer. Es algo necio y perjudicial al hombre no querer reconocer y admitir esto. El Altísimo ha hecho siempre estas revelaciones en todo tiempo y estas revelaciones pueden ser leídas. Por lo demás es una revelación hecha verdaderamente de lo alto y del Cielo mismo con respecto al ángel de las parroquias que será recordado al final.
No quiero ya decir nada más…

E.- En el nombre del Padre


D.- Esta revelación la tuvo una cierta Ancilla (Matilde Talhammer) de Munich. Hay otras ancillas que tuvieron revelaciones.

El Gran Poder de los Ángeles tiene que ser dado a conocer.

D.- Puesto que estas revelaciones son tan olvidadas, yo, el demonio las tengo que repetir!  Díselo a los sacerdotes que estén dispuestos a darlo a conocer. Esto debería ser anunciado desde los tejados! Yo tengo que repetir así como fue revelado a la Ancilla. Si conociérais el poder de este gran ángel, la sublime Majestad de Arriba que domina en esa Iglesia, donde el ángel lo tiene que servir, yo casi diría, como ángel condenado, que ese ángel tiene un poder tremendo sobre el corazón del Altísimo. Puesto que ellos no fallan un solo momento, en ningún instante dejan de servir al Altísimo y por lo tanto son muy poderosos, sobre todo los Arcángeles, los ángeles de las diócesis y los ángeles de cada día y naturalmente también los ángeles custodios. Esto es también algo extraordinario! Pero ya no quiero hablar más.

E.-  En el nombre del Padre…

D.-  Ahora sin embargo se habla muy poco. En vuestra Iglesia de hoy, ya no se habla por nada de los ángeles. Estas revelaciones a Ancilla y también a esa alma escogida, que tuvo que dar a conocer a los ángeles del día, han sido sepultadas en el hielo. Ya no se habla más a excepción que en la Obra angelical de la cual yo tengo que hablar. Pero ya no quiero decir nada más!

E.-  En pocos casos se habla por parte de algunas personas que conocen mejor a los ángeles y creen en sus ángeles custodios, pero es injusto colocar la lámpara debajo de la mesa o peor hacerla quemar por el calor, en lugar de hacer que su luz resplandezca sobre todos en todas las Iglesias y en todo el mundo. Tengo que decir que es una equivocación no difundir por doquier esta doctrina y estas revelaciones. La virgen y la Santísima  Trinidad me obligan a hablar, aunque esta mujer privilegiada (1) haya recibido las revelaciones de la Obra angelical, donde se dicen cosas grandes y sublimes; sin embargo, no es obvio ni justo que no sean anunciadas a todo el mundo. Se hace demasiado poco en este sentido!  Yo tengo que hablar en nombre de la Santísima Trinidad y de la Reina de los ángeles, como su alta y excelsa Reina. ¡Cómo vigila con Majestad por encima de los ángeles, como su madre! ¡Hay que honrarla porque Ella posee todas las virtudes! Es una gran equivocación en este tiempo de gran aberración de la Iglesia dar este libro y los nombres de los ángeles del día tan solo a aquellos que están en la Obra angelical.  Es una equivocación que tan solo estas personas puedan invocar a estos poderosos ángeles y tan solo ellas puedan conocer su nombre. ¿Acaso que el Altísimo no está presente en toda la humanidad? ¿Acaso no ha creado los ángeles para todo el universo y no solamente para aquellos que forman parte de la Obra angelical? Es una responsabilidad muy grave! Hace falta poner en guardia a los Obispos y a los sacerdotes acerca de la gran responsabilidad!  El infierno de donde no se puede regresar; el purgatorio, que puede ser en sus grados más profundos tan tremendo como el infierno, porque nosotros, demonios, no tenemos ya ningún derecho sobre estas almas! Porque nos han sido arrebatadas en el último momento, podemos hostigarlas o dejarlas que no aquellas que están eternamente con nosotros en el infierno, como tuvimos ya que afirmar una vez! Comunicad esto a los obispos. No es algo indiferente el que no se salve o no!  Sin embargo, es muy trágico quemar por siglos en el purgatorio, sufrir, tender hacia lo alto, suspirar hacia los ángeles que no se han dado a conocer al mundo. Pedir su ayuda que no llega nunca! No soy yo, Belcebú, que he querido decir estas cosas, sino que he sido obligado por el poder y la majestad del Altísimo (gritos). No he querido yo decir esto! Para nosotros es algo dañino, pero es la verdad completamente irrefutable que ni siquiera vosotros os podéis substraer. Es tremendo que las almas en el Purgatorio invoquen por años y tal vez por siglos la ayuda de los ángeles que nunca llegará, porque se ha escondido y sepultado lo que en cambio debía haberse dado a conocer al mundo!
(Continúa Parte II en: Existe en verdad el Mundo de los Ángeles de igual manera que existe el Infierno.)

LOS SANTOS ÁNGELES:
Nuestros Poderosos Defensores y su tarea sublime al servicio de la Creación.
Parte II
Existe en verdad el Mundo de los Ángeles de igual manera que existe el Infierno.

D.-  Sí, existe el mundo de los ángeles, como también existe e infierno.  Pero tienen que darse a conocer sus nombres, de igual manera que hay que dar a conocer el Infierno, yo lo tengo que decir, esto es, tengo que afirmar que existen otros ángeles, el mundo demoníaco, esto es la existencia del Infierno, sí, el Infierno existe.
Se deberían también dar a conocer los nombres de los ángeles de cada día y de los Arcángeles. Naturalmente se pueden también invocar a los ángeles en general, pero si uno sabe en qué día y qué tarea propia del ángel de ese día fue puesto para esta determinada tarea con todo su poder.
Entonces en cada caso habría que invocarle en este camino y con plena intensidad. De igual manera poco se sabe acerca del otro lado del universo o de un planeta. Se sabe tal vez que existe, que está allá arriba, que resplandece, pero no se sabe con precisión qué función tenga al final.
(1)  NT: Se refiere a la Vidente que recibió los Mensajes de la Obra angelical.

Y así es también con respecto a los ángeles. La gente siempre está atenta a ciertas impresiones y a tener un conocimiento preciso. Por esto  han sido revelados estos  ángeles a una mujer favorecida para que conduzcan a una vida muy buena para estos tiempos finales, y para la difusión en todo el mundo. No es por mandato del Cielo y del Altísimo que solamente algunos consagrados pueden invocar a los ángeles. Dicha actitud sería y de hecho es insuficiente todavía. ¿Acaso que el Altísimo no ha creado los ángeles para todas las hierbas y flores, las piedras, las montañas, los animales, las plantas y los campos?
Así es que los ángeles, tienen que ser invocados para los tiempos finales: Son verdades incomparables que los ángeles tienen que ser invocados como un peso o contrapeso contra el infierno en estos últimos tiempos.

D.-  Hoy he tenido que hablar mucho de los ángeles. Por esto tiemblo de tal manera desde el principio, apenas se toca ese punto y yo ya no quiero hablar de ello. Son verdades incomparables de la Reina de los ángeles y permisividad del Cielo y de la Santísima Trinidad, para que nosotros, en el Infierno provoquemos y causemos mucho mal, sobre todo ahora y para que vosotros como contrapeso no crezcáis y nunca invoquéis suficientemente a los santos ángeles, a los ángeles de cada día, los de las parroquias y los de las Diócesis, de las iglesias o capillas donde se celebra la Santa Misa.  También aquí está presente un ángel especial durante esta Santa Misa. He hablado.  Dad gracias al Altísimo y no dejéis de hacer sacrificios y esfuerzos para dar a conocer este pensamiento aunque se burlen de vosotros. Es la Verdad, la plena verdad, como yo, Belcebú  tuve que decir por mandato del Cielo de una manera tremenda como yo nunca hubiera querido! Hubiera preferido en este día estar atormentado allá abajo en el Infierno por el mismo Lucifer, en lugar de haber tenido que decir estas cosas para utilidad vuestra y bendición y para nuestra maldición y confusión.
En contraposición a esto también tengo que decir lo que debéis hacer en estos tiempos finales, desde el momento que nosotros podemos atormentar y crearos serios problemas, para que a pesar de todo esto, vosotros podáis vivir en la imitación de Cristo y permanecer en este camino.  He dicho.

EXORCISMO DEL 1º DE NOVIEMBRE DE 1982

E.-  En nombre de la Trinidad, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo ordeno que me digas la verdad, tan solo la verdad, y que calles sobre todo lo demás.  En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Los Siete Arcángeles y los Grandiosos y Poderosos Coros de los Ángeles.
D.-  Yo tengo que decir que los siete Arcángeles tienen sobretodo que ser invocados por su nombre. La gran importancia de su oración, de su ayuda, y su compromiso son inestimables y sublimes. Yo no hubiese querido hablar en absoluto, pero tengo que hacerlo. Hoy estaré obligado, sorpresivamente obligado a hablar de los siete Arcángeles, de su ayuda, de su grandeza y como ellos pueden, de una manera especial, prestar su ayuda: y qué poderosos e inmensos coros están detrás de ellos más grandes y más pequeños. Pero también el ángel más pequeño es espantosamente grande y sublime. Nosotros tenemos un terror espantoso también frente a los más pequeños, sin hablar luego de los grandes. Por esto debéis invocarlos. Sí también se deberían dar a conocer a los ángeles y a los santos de cada día porque el ejército de los ángeles y cada ángel del día está presente para toda la humanidad; porque ahora es el tiempo de la gran aberración y nosotros aplastamos a los hombres y podemos hacerles un daño aun durante diez o veinte o treinta años.  Los tiempos en la actualidad han llegado a ser peores y también los asaltos del infierno. Por esto se deberían invocar a los ángeles de cada día.

El Príncipe Ángel Leutikyel, el  Ángel del Getsemaní; es aquel que corre en auxilio en cada momento de desesperación.
Sobre todo hay que invocar la ayuda del Ángel Leutikyel. El consoló al Altísimo en su horrendo abandono en el Huerto de Getsemaní, junto con Oriphiel* y otros ángeles.
El viste un hábito sacerdotal, como ya hemos dicho antes, una estola cruzada y sobre el hábito la imagen de los colores del Huerto de los Olivos y el Cáliz con la Sagrada Hostia. Es el ángel particular de los desesperados, de los desalentados, de los que están verdaderamente postrados, de los extenuados y de los sin fuerzas, de aquellos que no resisten ya y quieren acabar con la vida! 
El puede y es capaz de ayudar, de detener a éstos en el último momento. Si se lo invoca por lo menos una vez al año, el puede impedir el suicidio, mientras que la misma persona que no lo suplica o no lo invoca  corre el riesgo de suicidarse. Pero si un desesperado que piensa en el suicidio lo invoca por lo menos una vez o dos en un año, a este santo arcángel Leutikyel: “Oh, santo Leutikyel, ayúdame, consuélame, socórreme” nosotros los demonios ya no tenemos el poder de llevar a este hombre al suicidio.
Entonces el arcángel San Leutikyel apoya su mano sobre esta persona durante todo el año. Nosotros no lo podemos ya arrastrar al suicidio. El ángel tiene un enorme poder sobre esta persona durante todo el año. Nosotros no lo podemos ya arrastrar al suicidio. El ángel tiene un enorme poder y una gran fuerza. Por lo tanto, no es justo y no es lo mismo invocar o no a este gran ángel.
Junto con San Leutikyel está también San Orphar**, aquel que, por así decir pone su oído en el suelo para escuchar las influencias maléficas y alejarlas.

Cerca de San Leutikyel está también el Príncipe Orphar, aquel que viene en ayuda de los drogados.

Leutikyel es también un poderoso ángel de los toxicómanos, porque efectivamente éstos se encuentran en una situación verdaderamente desesperada.
¿No es una desesperación si es que uno bebe un trago después de otro, una droga tras otra y no encuentra un camino de salida? Ellos se ponen en una situación de la que ya es imposible salir.  También de esto el ángel Leutikyel  viene en ayuda y sobre todo el ángel de la noche que se llama Orphar. Este es el ángel de la noche. Es aquel que pone su oído al suelo para oír los eventuales influjos de la tierra y escucha los eventuales influjos malignos. A los hombres que están en peligro de llegar a ser toxicómanos, los podía aún ayudar y alejarlos del peligro si se lo invoca.  También podría liberar de su mal a aquellos que ya son unos toxicómanos declarados.


*  Arcángel Leutikyel vs. Suicidio, desesperación, extenuación, desaliento, “sin fuerzas”.  La santa muerte—demonio de suicidio es vencido por Leutikyel.
**Príncipe Orphar.- Ángel de la noche y de la oscuridad contra influencias maléficas y alejarlas vs. Drogadicción y toxicómanos. 

Orphar es el ángel de la oscuridad y de la noche. Leutikyel es el ángel contra la desesperación. Es aquel que socorre a todos aquellos que están por los suelos. No quiero hablar más.

La Inmaculada es la ayuda más grande para la Juventud en la lucha por la pureza…

E.-  En nombre de Dios…


D.-  Una vez más tengo que hablar acerca de la Inmaculada. Es un hecho infinitamente triste, como ya he dicho otras veces, el que la Inmaculada, como tal, ya no sea más honrada y venerada en el sentido más profundo.  Es infinitamente triste y deprimente que en la misma Lourdes, la ciudad de la Inmaculada, la estatua haya sido despojada de su aureola con su título: “Inmaculada Concepción”. Y esto tan solo porque los hombres le han quitado este título o por lo menos la quieren deshonrar! Es un hecho que debería ser castigado legítimamente. ¿Pero quién piensa o se preocupa de ello? Muchos jóvenes han dirigido su mirada suplicante a esta Mujer infinitamente pura y han obtenido de Ella la ayuda necesaria. Pero si en Lourdes es quitado su título de honor de su estatua, que llevaba como aureola sobre su cabeza, no por eso son reducidos sus favores y gracias,  pues Ella es la más alta entre todos los santos.

San José después de la Inmaculada es el Santo más grande en el Cielo.

Después de Ella, viene su santo esposo San José, el cual como ya hemos afirmado y tuvimos que hacerlo, es el santo más grande en el Cielo después de la Santísima Trinidad y de la Inmaculada. Como hombre, él es después  de Ella el más puro, el más grande, el santo inmensamente más grande. El ha sufrido mucho más de lo que se pueda pensar. Las pruebas cayeron sobre él con una violencia indecible y sobre sí tuvo que levar una gran responsabilidad en aquel entonces.  En su juventud, permaneció solo, hasta que pudo llevar como esposa suya a la Santísima Virgen. Grandes pesos y tribulaciones él tuvo que soportar para llegar a ser digno de ser escogido por el Altísimo como esposo de la Purísima. Nadie fuera de él logró serlo, y nadie fuera de él podía ser tan digno.
Proporcionalmente digno de una Sublime Esposa de Dios! Y sobre la Tierra se tiene el valor de quitar o disminuir Su título a una Virgen tan sublime y santísima.
No bastan los King, Haag y compañía, sino que hasta los obispos y los modernistas* se atreven a quitarle Su título que es UNICO! Hasta San José está amargado de ello. (¿Pero quién se preocupa? ¿Los obispos? Hay quién habla siempre de los derechos del hombre y nunca es capaz, digo nunca, de hablar de los Derechos de Dios y de Aquella que ha dado al Mundo al Hijo de Dios hecho Hombre ¿Ella no tiene derechos? ¿Tan solo tiene derecho de ser blasfemada???) San José es después de María el más Santo que reina en el Cielo, mil veces más Santo de todos los otros santos, que siguen, y que ya hemos tenido que hablar en otro momento.

*modernistas vs. La Virgen

El gran ejército de los Santos Ocultos.

Hay además en el Cielo miles de Santos cuyos nombres son poco o nada conocidos. Los cuales sin embargo también han sufrido mucho, luchado, resistido y han salvado a muchas almas, cosa que la gente no sabe y no conoce.  También estos Santos deberían ser invocados junto con los santos de cada día.  Este humilde ejército de Santos que han seguido al Señor en las penas del Huerto de los Olivos, en el gran sufrimiento de la noche “oscura”, soportando dolores, renuncias y pesadas cruces y que por nada son conocidos o nada se sabe de ellos en el mundo.
Los santos de cada día son particularmente poderosos intercesores en el día de su Fiesta; aun Ana Catalina Emmerich habla de las celebraciones onomásticas de los Sanos en el Cielo junto a las que se hacen en la tierra. Según la costumbre antigua, los Santos del día debían ser invocados y celebrados solemnemente, puesto que estas fiestas tienen un particular valor en el Cielo. Nosotros, en el Infierno, sabemos muy bien que este día el tal o la tal Santa celebra y debemos estar atentos, porque este Santo o Santa es particularmente poderoso en ese día.
Nosotros en el infierno tenemos que armarnos y estar muy vigilantes. En las celebraciones modernistas como hay ahora, ellos han sido degradados o eliminados y nosotros ya no nos preocupamos mucho. Hoy no se celebra su fiesta en la tierra y por lo tanto tampoco es honrado de una forma particular en el Cielo. Y esto es grave. Y ¿quienes son los responsables de esta horrenda degradación, de esta matanza? Sino ciertos “liturgistas”, que son más ciervos de Satanás que de Dios.
Ya no quiero hablar más…

E.-  Y sin embargo tú tienes que hacerlo en nombre del Padre…

D.-  Hoy tengo que insistir aún más y decir que los hombres son unos tontos e insensatos, porque no suplican a todos los Santos para que oren mucho por las “pobres almas” (1) porque en su día se puede obtener por Su intercesión ayuda para las pobres amas. Además las pobres almas tienen una particular participación en la solemnidad del Santo o Santa del día y pueden ser aliviadas de sus penas por la intercesión de los Santos si éstos son invocados por la gente. Se debería rezar sobre las tumbas como se lo hacía una vez en el día de los Santos y de los difuntos. Yo no quisiera decir estas cosas y no lo hago de buena gana. Las indulgencias una vez concedidas por los Papas, valen para siempre, y no pueden ser retiradas.

La gran ayuda que un tiempo se prestaba a los difuntos.

Antes había centenares, millares de pobres almas que en estos días podían dejar el Purgatorio y lo podían conseguir gracias a las indulgencias que los Papas de entonces habían concedido. Pero había muchas más ayudas para las pobres almas: había personas, sobre todo los católicos, que a menudo pasaban toda la noche por los corredores de las tumbas, rezando cerca de un sarcófago de los difuntos, puesto que ésta era la costumbre. Entonces los difuntos tenían el gran alivio por las oraciones de sus parientes y amigos. La gente de todo un pueblo se reunía en oración cuando había un muerto. Y así los difuntos podían tener una  incomparable ayuda y debían a su vez implorar del Cielo muchas gracias para sus hermanos de la tierra.

(1) NT: “pobres almas”, las que se encuentran en el purgatorio

Gracias, que hoy prácticamente ya no se reciben más. Yo tengo que decir esto, porque mañana es la Fiesta de todos los fieles difuntos, esto yo no quería, pero Ella desde arriba me obliga a esto, porque Ella tiene compasión de las pobres almas y lo mismo también los Santos. Antes se pensaba en estos difuntos con lágrimas y oraciones. Pero ya no quiero hablar más.

Las cámaras mortuorias, las celdas frigoríficas se transforman en lugares de martirio para los difuntos, porque nadie reza por ellos.

E.-  En nombre del Padre…


D.-  Antes se usaba echar muchas veces el Agua bendita sobre ellos durante la noche; se estaba por así decir, cerca de ellos en el Purgatorio: Hoy todo es distinto, ahora los difuntos son olvidados lo más pronto posible y así uno puede dedicarse a otras cosas. Había una gran participación cuando el cadáver podía permanecer en la casa. Las pobres almas se quejan que ahora son llevadas en estas cámaras frías donde hay todo confort. Pero las pobres almas ¿qué consiguen de este lugar frío? Todo esto no les favorece en nada. Ellas desearían mucho más frescura para sus almas que están en el Purgatorio y sufren como pobres almas y tienen que soportar los tormentos.
Ellas sentirían calmado su dolor si las personas rezaran cerca de su cadáver, de su ataúd. Algunas veces se acostumbraba que la mayor parte de las personas que estaban en la casa o venían a dar el pésame, rezaban un Padre Nuestro o muchos, sobre estos cadáveres. Ellos se sentían impulsados a rezar por este difunto que estaba en el ataúd o en la cama o en el catafalco, porque lo querían así. Ahora van lo menos posible a la cámara mortuoria, que a menudo es también un lugar cerrado y hay que pedir primero la llave y así no hay comodidad para ir con mucha frecuencia. Se dice: “Yo lo he visto cuando era vivo, se bien como era. Se da una mirada, pero no se reza. Mientras antes se iba a las casas y se reunían las personas invitadas y se rezaba junto al cadáver. Entonces era una preocupación, casi una necesidad rezar por este difunto, porque así se le podía dar un alivio y una ayuda a aquellos que habían quedado y se podía por lo menos darles un consuelo. Se celebraban también muchas misas, aunque la gente de aquel entonces tenía mucho menos dinero disponible. 
Todo esto se ha desaparecido con estas modernidades. Por cierto que estas celdas frigoríficas o cámaras mortuorias no han sido los mejores inventos. No se causaría mucho daño a las personas si tuvieran que sentir también el olor de muertos. De esta manera podrían percibir más de cerca su fragilidad y la brevedad de sus vidas que un día también ellos se pudrirán y tienen muy poca razón para ser soberbios. Todo esto por cierto no les causaría daño alguno. Pesarían más el lado positivo, si este cadáver permaneciera en la casa, aunque tuviera que dejar cierto mal olor. Por cierto en las cámaras mortuorias refrigeradas no hay olor, pero tampoco un socorro o una ayuda de oraciones por los difuntos. Se pensaría también que un día se muere y recordar que entonces serás tú también traído a esta cámara mortuoria y nadie querrá ir a verte y rezar por ti.
Esta es una tremenda verdad, que debería hacer reflexionar y la gente debería preocuparse más de esto.  Sería mucho mejor para las personas aunque tuvieran que permanecer dos o tres noches junto a un cadáver que apesta y tuviera que rezar por esta alma, aunque por así decir, ella misma tuviese que sumergirse en la soberbia. Se rezaría mucho más, en vez de permanecer alejado en la propia soberbia. Cuando luego en su lugar oscuro ella envíe su mal olor al Cielo y deba estar en el purgatorio miles de años, o centenares o también tan solo un par de años. Cada una según lo que tenga que expiar, habrá rezado más delante del cadáver maloliente, y nadie piensa que todo hombre tiene que consumirse y pudrirse. A excepción de algún santo, para el cual el Altísimo ha permitido que no entrara en el estado de putrefacción. Pero éstos son ya unos Santos. Ellos tienen menos necesidad de las oraciones que aquellos que acaban de morir, que están desdichados y solos en los sarcófagos o en sus ataúdes y por los cuales nadie reza y casi son envueltos en el hielo de las cámaras mortuorias de donde surge el hielo del alma.

Dios no aprueba la cremación.

Ni siquiera las cremaciones son consideradas en el Cielo. Con la cremación todo es eliminado. De esta manera ni siquiera se puede llevar a este cadáver a la Iglesia o al cementerio y acompañarlo. Se reduce únicamente a un poco de polvo o de cenizas. La cremación no va según el pensamiento de Dios. Habría bastante espacio para los cementerios del mundo, si es que no se construyeran tantas autopistas, cosa que no tiene sentido alguno y a menudo sirven solo para el pecado. Sería mejor disponer de cementerios para estos pobres muertos en lugar de las autopistas o en el campo abierto. Y ni siquiera sería necesario disponer de mucho espacio para los hipódromos.
No se requeriría mucho para encontrar un lugar para construir los cementerios. Estos muertos encontrarían también espacio en la tierra, sin tener que ser cremados, es cuestión de querer solamente. Pero si desgraciadamente ya se llegó tan adelante en nuestro mundo modernista y en la Iglesia, por lo menos no se deberían olvidar estos muertos y comprometerse para hacer penitencia y reparación, rezar y ofrecer sacrificios para ellos, para estas pobres amas. No quiero hablar más…

E.-  En nombre de Dios…


D.-  Yo, demonio, tengo que manifestarles hoy esta tremenda y maldita verdad. Yo tengo que hablar, porque yo veo y sé cómo están las cosas.  Porque me obligan desde arriba a decir lo que yo veo, lo que yo se por así decir desde los eternos anocheceres. Yo tengo que hablar. Cada uno piensa tan solo en salvar su propio pellejo. Hoy uno preferiría no tener que enfrentarse con la muerte. Un par de flores, un adorno, esto es lo que se hace, porque se debe y esto se paga. Se prefiere pagar a un par de centenares de francos o veinte o cincuenta, en lugar de arrodillarse cerca de este cadáver y rezar al Altísimo y a los santos para que esta pobre alma pueda tener un poco de alivio.

“Dale Señor el descanso eterno, y brille para ella la luz perpetua, descanse en paz” Esta sigue siendo una de las oraciones que se pueden hacer por esta pobre alma, puesto que a nosotros, en el Infierno ya nada podemos hacer. Ya nada nos sirve. Nosotros estamos perdidos para siempre, por toda la eternidad y para siempre (gritos). Para nosotros no hay posibilidad de ninguna ayuda. En cambio las pobres almas, ellas gritan, suplican ayuda e invocan con grandes gritos a las personas y éstas pasan ciegas y sordas cerca de sus pobres almas atormentadas que un tiempo vivieron cerca de ellos o fueron sus amigos o parientes. Que vergonzoso y repugnante es portarse de esta manera. Sin amor, sin algún sentimiento por parte de estas personas, en la práctica la gente no les da ayuda alguna. ¿Qué son un par de oraciones dichas de prisa, un par de flores en comparación a este tormento de fuego que arde? Estos muertos deberían permanecer largo tiempo en el recuerdo. El rostro de los difuntos debería permanecer largo tiempo impreso al igual que sus almas que están en el purgatorio. ¿Pero a dónde llegó y qué es lo que ha hecho la humanidad y esta Iglesia para no acordarse ya más de las pobres almas? Eliminados los aniversarios, reducidas las oraciones de la Misa, las oraciones oficiales en la inhumación del cadáver, en los entierros. Es propio de la misma Iglesia como si fuera ella misma que no puede conceder el descanso a las pobres almas, de las cuales antes gozó su presencia. Estos pobres cadáveres se darían vueltas más a gusto en sus ataúdes y en sus fosas si pudieran hacerlo. Sin embargo ellos pueden suspirar, llorar, quejarse y lo hacen en el otro mundo, en el Purgatorio. De esto avisa a la gente y recordárselo, esto tenéis que proclamar en vuestros sermones. Ya no quiero hablar más…

E.-  Habla en nombre de Dios…

En cada Santa Misa hay que pensar en las pobres almas que se encuentran en tan grande tormento.
D.-  La gente debería en cada Santa  Misa, en particular, hacer memoria de las pobres almas, que tanto gritan y piden ayuda que ellas ya no reciben a no ser de estas personas que rezan por ellas.  Ellas obtienen ayuda del Cielo si es que se reza por ellas, reciben ayuda de la Altísima, porque, Ella tiene compasión, siempre y cuando ellos la hayan honrado y venerado en sus vidas.  De otra manera no permitirá que se les conceda ayuda, porque toda va allá y es ponderado según una rígida Justicia y una rígida ley. Los hombres han tenido un privilegio incomparable. Ellos pueden en todo momento pedir ayuda para las pobres almas. Naturalmente también La Virgen puede venir en ayuda y consolar y Ella puede rezar al Altísimo para que consuele a las pobres almas del Purgatorio.  Ella puede hacer esto, pero tanto más si los hombres rezan y la invocan y también los ángeles custodios. Por así decir, las pobres almas os reclaman; y yo estoy obligado a decir esta cosa yo.. el demonio.  La Virgen, y la Trinidad, y los Arcángeles lo quieren, porque ellos tienen compasión del gemido de las pobres almas, para que se pueda conseguir por lo menos una pequeña oración o un pensamiento por ellos.  Decídselo a los fieles esto, que ellos en cada  Santa Misa tienen que invocar a los santos del día, a los ángeles del día, al Altísimo en sus dolores sobre la cruz, a la Santísima Trinidad en su Majestad por las pobres almas. De estas hay que tener el recuerdo y el pensamiento.  Naturalmente en el Misal hay unas plegarias adecuadas para este fin. Sin embargo los fieles, sobre todo después de la Sagrada Comunión, tienen que orar todavía un momento extra para ésta o aquella persona y por la Iglesia. Recuerda sin embargo también de una manera particular a las pobres almas y a las almas más abandonadas.  Los fieles podrían decir: “Oh Señor hoy he podido recibirte. Y así todo el Cielo no ha venido donde mí. Yo no soy digno. Yo te ofrezco esta Santa Comunión por ésta o aquella persona y por la Iglesia. Acuérdate sin embargo particularmente de aquellas pobres almas y de las que son más abandonadas”  Esto habría que recordárselo siempre a las personas, porque las pobres almas son fácilmente olvidadas. Ellas están casi en el olvido.  Todos los hombres tienen que saber y no olvidar de rezar sobre las tumbas, porque es fácil liberarlas de allí. Un Padre Nuestro, un Ave María, un Gloria al Padre, “Señor dales el descanso eterno”, rezando con gran amor y sentimiento y una petición al Cielo para que el Altísimo las libere. Y entonces Él en Su Misericordia aunque ya estén tan cerca de Él, las liberaría y ellas serían perdonadas y liberadas. De esta manera, vosotros  hacéis a las pobres almas un gran favor, puesto que ellas están día y noche en su tremendo dolor.  Mientras que para vosotros no cuesta gran cosa salir en su ayuda.

Velas benditas y agua bendita traen alivio a las pobres almas…

Sobre todo durante el mes después de la Fiesta de todos los Santos y de los difuntos, encender velas benditas sobre las tumbas y las almas experimentan refrigerio y consuelo. Es bueno hacer esto durante todo el año cuando se hace la señal de la cruz con el agua bendita, hacerlo también para los difuntos. También los cirios benditos, pero benditos.  Las pobres almas imploran siempre mucha ayuda. Y también la pequeña velita es siempre mejor que nada. Para ellas entonces es lo mismo que para uno encerrado en una cárcel atado de pies y manos y atormentado y que no se puede mover, he aquí que por medio de una vela bendita él ve una pequeña luz por fin de claridad en la ventana que brilla y alguien que le dice:  “Animo.  Sé firme.  Un día saldrás”  Has pecado porque has querido y así has venido acá por tu culpa, pero he aquí que se enciende una luz que te dice: “Un día saldrás”.  Así una vela bendita y el agua bendita actúan aliviando el sufrimiento y el abandono de las pobres almas. (1) (Continúa Parte III en: Nuestra oración hace bajar a los ángeles custodios al Purgatorio).


LOS SANTOS ÁNGELES:
Nuestros Poderosos Defensores y su tarea sublime al servicio de la Creación.
Parte III

Nuestra oración hace bajar a los ángeles custodios al Purgatorio.

También una persona sencilla puede hacer bajar al Ángel custodio o a los Santos ángeles al Purgatorio. Ellos pueden llevar consuelo a las pobres almas. Ellos no bajan sin embargo hasta a los más bajos. Allá tan solo pueden bajar por medio de la autorización del Altísimo, porque estas almas han pecado mucho, verdaderamente mucho.  En cambio ellos pueden bajar a los otros grados para llevar consuelo a las pobres almas.

La ayuda de la oración para las pobres almas será también de provecho para el que ha rezado.

Cuánto debemos esforzarnos para actuar de otra manera. Oh, vosotros hombres tenéis tanta oportunidad y hacéis tan poco, tan poco. Vosotros pasáis indiferentes y fríos cerca de las tumbas de aquellos que un tiempo estuvieron cerca de vosotros o tal vez han sido amigos y eran activos y fueron hábiles y tuvieron éxito en sus negocios, fueron sanos y fuertes como vosotros, tal vez por otras cosas no se los olvida, pero se olvida decir una oración por ellos.  Se deberían hacerlo ahora en este tiempo pero ya no quiero hablar más.

(1)  N.T.: En muchos países en la Fiesta de los Santos, de los difuntos, en Navidad y en Pascua se acostumbra encender velas o cirios benditos y colocar coronas sobre las tumbas y llevar agua bendita y echarla sobre las tumbas y hacer particulares oraciones.

E.-  En nombre de la Santísima Trinidad

D.-  En el mes de los difuntos y sobre todo el dos de noviembre por la noche se deberían dedicar un par de horas a la oración para las pobres almas si es posible y si la salud lo permite. Hay también unos libros como la “Filotea de los difuntos” y otros con muchas oraciones para las pobres almas y son oraciones con indulgencias, esto es oraciones que tienen unas indulgencias o reducción de la pena correspondiente a la indulgencia una vez concedida a quien hacía o a quien había hecho determinados días o meses o años de penitencia. Rezar estas cortas oraciones contenidas en este librito o manual de oraciones para los difuntos o Máximas eternas no sería un sacrificio ni una fatiga muy grande y las almas os quedarían agradecidas, rezando a su vez por vosotros, por vuestra perseverancia en el bien y en el buen camino y para que vosotros mismos no tengáis que quedaros tanto tiempo en el Purgatorio.  Y esto lo pueden hacer y no lo hacen.  Es un loco, un tonto, un irreflexivo, un perezoso, un negligente, aquel hombre que no ha hecho todo lo posible para aliviar a las pobres almas.

O R A C I O N E S

Fueron recomendadas por el Cielo las siguientes oraciones para alcanzar más gracias y más ayuda por las personas, la Iglesia y las pobres almas.

“Santo Ángel del día, tu nombre Dios lo sabe,
Santo del día y vosotros todos los Ángeles y
Santos de cada día y tú mi Ángel custodio haced
bajar sobre nosotros, todas las gracias que necesitamos,                 
para la Santa Iglesia y para todos los
Hombres.  Rezad también a todos los otros Santos ángeles y Santos para que en el día vuestro, Recen por nosotros”.              

Después de la Santa Comunión:

“Oh Señor, yo te he podido recibir hoy día. 
Todo el Cielo ha bajado hasta mí.  Yo no soy digno.
Yo te ofrezco esta Santa Comunión por esta persona y por la Santa Iglesia. Acuérdate sin embargo también y en particular de las pobres almas y sobre todo por aquellas más abandonadas y por las cuales nadie reza”.  Amén.

El auxiliador más grande en los momentos de desconfianza y de desesperación en la tentación de suicidarse, en la pérdida de toda esperanza de un drogado o de un alcoholizado o de una persona que está por llegar a ser madre, es San Leutikyel, El Ángel del huerto de los Olivos…

“Oh San Leutikyel, poderoso Ángel del Monte de los Olivos que has consolado a Cristo en sus espantosos dolores y sufrimientos en el Huerto de los Olivos, ven a estar cerca de mí, dirígeme, ponme y consérvame de pie y ayúdame en esta grave y desesperada situación.  Aleja la tentación y el suicidio de tantos desesperados y libera a todas las víctimas de la droga para que, robustecidos  por tu ayuda, abracen con renovado valor la cruz que Dios les ha impuesto. Amén”.

LOS SIETE ARCÁNGELES:
MIGUEL, GABRIEL, RAFAEL, URIEL, JEHUDIEL, SEALTIEL, BARAQUIEL.

Encontramos dos lugares en la Sagrada Escritura que nos hablan de estos siete santos arcángeles:
1.-  En el Antiguo Testamento, en el Libro de Tobías (12-15): Yo soy Rafael, uno de los siete Santo Ángeles que están al servicio de Dios y tiene acceso ante el Señor de la Gloria.
2.-  En el Nuevo Testamento, San Juan en su Apocalipsis (1,4) dice: “Gloria, gracia y paz a vosotros de parte de Dios, que es, fue y será y, de los Siete Espíritus que están delante de su trono”.  Los siete Santos Ángeles fueron invocados ya en la Iglesia primitiva, especialmente a San Miguel, Gabriel y Rafael, y por eso son recordados y mencionados en la Sagrada Escritura.
A través de revelaciones fueron dados a conocer y se mencionaron también a los otros Santos Ángeles y fueron honrados en a Iglesia. Los siete Santos Ángeles tienen el extraordinario privilegio de estar delante del Trono de Dios. Por su profunda humildad y gran fidelidad en cumplir el Querer de Dios en la hora de la prueba, ellos han recibido y conseguido este privilegio.
Son y fueron aquellos que excitaron y guiaron a los ejércitos celestiales fieles al Querer de Dios y los guiaron hasta la última batalla.  San Miguel, el jefe, con Gabriel, Rafael, Uriel, Jehudiel, Sealtiel y Baraquiel guían la lucha con sus legiones para su Reina María en contra de los poderes infernales. Ellos luchan sobre todo en contra de los siete archidemonios, que desde el comienzo llevan a los hombres al delito, a los siete pecados capitales, a la soberbia, a la avaricia, a la envidia, a la gula, a la lujuria, a la pereza y a la ira. 
La invocación de los siete Santos Arcángeles y de sus legiones es de particular gran bendición y es necesario, sobre todo en nuestros tiempos actuales, en el tiempo final.

Siguen los siete Arcángeles.

San Miguel Arcángel: ¿“Quién es como Dios?”, este Arcángel combate el espíritu de soberbia y de ambición, El pecado original.  Con la humildad se vence la ambición y la soberbia. La humildad es un rebajarse voluntariamente a sí mismo, habiendo reconocido la propia debilidad (San Buenaventura). En medio a la indecisión de los ángeles en su prueba resonó el grito de San Miguel: “¿Quién es como Dios?” El se lanzó, con una fe firme en las palabras de Dios, en contra de Lucifer, hizo recapacitar a los ángeles que aun quedaban y creó la división: acá Dios, allá Lucifer. El se lanzó a la lucha no con sus fuerzas sino con la fuerza de Dios. 
El arrojó sobre Lucifer el Amor de Dios y su Divino poder y le transformó en serpiente, en espantoso dragón, con la fuerza del amor de Dios él precipitó al dragón, la antigua serpiente, en el abismo hasta el final de los tiempos, cuando él por orden de María, su Reina, lo arrojará en el punto más lejano de Dios.  
Desde el comienzo de la lucha en la Creación y hasta el final del combate él permanece en la Tierra. Por esto San Miguel es el Patrono de aquellos que luchan y de los moribundos.
Él acompaña a las almas en el juicio con una vestidura azul oscura y es el patrono del Sacramento del Santo Óleo. Con los que están por morir le invocamos a él y a todos sus ángeles. De Ángel custodio de Israel, San Miguel es ahora el Ángel custodio de la Santa Iglesia.
El Papa León XIII en una visión vio como enfurecía la acción del demonio en todas las regiones en contra de la Iglesia al final de los tiempos y luego San Miguel Arcángel, como venía a echar de nuevo al demonio con todos los ejércitos en el abismo infernal. Por esto el Papa mismo compuso una oración a San Miguel y ordenó que se rezara después de cada Santa Misa.
Por lo tantito es cierto y no aproximativo que la decadencia de la Iglesia y de la Santa Misa se debe a la supresión de esta plegaria y de la mención del Arcángel en el rezo del Confiteor. El lleva como su símbolo la balanza en la mano izquierda y la espada flameante en su derecha.
Su fiesta es el 29 de septiembre.

Oración a San Miguel Arcángel:

                                   “San Miguel Arcángel
                            ven en nuestra ayuda con tus ángeles
                            Enseñanzas a creer en medio de las tinieblas.
                            Enséñanos a luchar con tu humildad.
                            Enséñanos a vencer en silencio
                            Y en la obediencia a Dios.
                            Enséñanos a amar y ser fieles como María.
                            Amén”.


El Santo Arcángel Gabriel: “Poder de Dios”, combate la riqueza, el espíritu de codicia y el afán de ganar (Mateo 6, 19-34); (Lucas 19, 1-17).
Con la libre entrega por amor a Dios superamos este pecado. “Dios ama al que da con generosidad” (Proverbios 11, 24-22, 9-2da- Corintios 9, 6 y ss.). “Con la misma medida que ustedes midan, serán medidos” (Lucas 6, 38) “Hay más dicha en dar que en recibir” (de las palabras del Señor).
San Gabriel es el mensajero de Dios.  Dios le confió a él el mensaje de alegría más grande de la historia humana, el mensaje de la esperanza. En la plenitud de los tiempos, en el momento culminante de toda la creación él es el mensajero, al cual Dios confió el justo cumplimiento de su plan. A él Dios le dio la confianza de llevar a la tierra a María la purísima y más humilde sierva de toda la humanidad, el mensaje de la Encarnación de Dios, de su querido Hijo. El entró donde María y le dijo: “Haire Keharitomene – Ave oh bellísima, por la gracia que está en ti, el Señor es contigo”.  María se asustó frente a este saludo. San Gabriel adoró primero al Hijo de Dios hecho hombre en María y el mensajero de Dios cayó de rodillas. Zacarías en cambio tuvo que experimentar su rigor y su poder. Cuando él dudó de sus palabras en el anuncio de Juan, él lo encerró en el mutismo (Lucas 1, 18).
El es el fiel mensajero y ayudante de los Sacerdotes, de los Consagrados a Dios, de los Siervos y de las Siervas de Dios.
En su mano izquierda él tiene las rosas sin espinas, que le llevó a María y que volvió a florecer en María. 
Su fiesta se celebra el 24 de marzo.

Oración a San Gabriel Arcángel:

                               “Santo Arcángel Gabriel,
                                      ven con tus ejército.
                                      Ayúdanos a saber servir!
                                      Ayúdanos a estar puros y preparados.
                                      Ayúdanos a ser lugar de descanso
                                      Del Señor y de María.
                                      Amén”.

El Santo Arcángel Rafael: “Medicina de Dios, o Flecha de Amor de Dios, desata su lucha contra el espíritu de la impureza, de la inmoralidad y de la falta de pudor.
Ya en la Salette en 1846 la Virgen dijo “Muchísimos conventos ya no son casas de Dios, sino pastos para Asmodeo”. Con la mirada hacia la Inmaculada, bajo su protección y su ayuda nosotros llegaremos a ser puros en el Cuerpo y en el alma y venceremos el pecado de la lujuria.  San Rafael es el ángel del amor, del consuelo de la salud, de la elección. Semejante a su amor, nuestro corazón tiene que subir como una flecha al Corazón de Dios, esconderse dentro y permanecer en él anclado para siempre. San Rafael nos ayuda a distinguir el verdadero amor, del amor fugaz.  El verdadero amor cubre todo con la dulzura. “El amor todo lo cree, todo lo espera, todo lo excusa todo lo aguanta” (1  Corintios 13, 7). El se regocija siempre en el Señor.  El amor es el vínculo del Espíritu Santo que abraza al  Padre y al Hijo y es Persona.  El lleva la potencia del amor del cual todo se deriva.
A él y a sus ángeles es confiado el sacramento del Espíritu Santo, la Santa Confirmación.
Como custodio de la Santa Confirmación y siervo del Espíritu Santo, el viste una vestidura de fuego flameante de amor.
El Arcángel Rafael acompañó al joven Tobías en su viaje.  El es el patrono de los viajeros, de los caminantes, y prófugos, de los médicos, de la juventud, de los esposos y de los sacerdotes. El implora la gracia de la sabiduría, del intelecto, de la ciencia, del consejo, de la fortaleza, de la piedad, y del santo temor de Dios. Hay que invocarle en las decisiones importantes, en los viajes, en las operaciones, contra elecciones equivocadas, contra alimentos y medicinas envenenadas, contra toda falta de amor.
En su mano derecha lleva el bastón de peregrino y en la izquierda el vaso del ungüento. 
Su Fiesta se celebra el 24 de octubre.

Oración a San Rafael Arcángel:

                            “Santo Arcángel Rafael,
                            ven con tus compañeros en nuestra ayuda.
                            Aumenta en nosotros tu fuerza y tu amor.
                            Haz que el amor de Dios y de la Inmaculada
                            lleguen a ser en nosotros los vencedores del
                            odio y de la impureza del Mundo”.  Amén.

El Santo Arcángel Uriel: “Fuego de Dios”: combate el espíritu de la ira, del odio y de la impaciencia, con la dulzura y la paciencia nosotros vencemos y atamos a este espíritu malvado. Es manso y paciente. “Aprended de Mí que soy mando y humilde de corazón”; y hallaréis descanso a vuestras almas (Mateo 11, 29).
San Uriel nos rodea con su corona ardiente de amor, de paciencia y de bondad.
El cuida todos los Lugares de las Apariciones enriqueciéndolos de gracias. Jesús afirmó en una de sus revelaciones: “Cuando los ejércitos rojos avancen, ellos atravesarán tan solo al precio de la muerte y con la pérdida de sus vidas el cinturón de fuego colocado delante de los lugares de las Apariciones de Mi –Madre”. Ya en el cuarto siglo San Uriel es recordado en el martirologio.
El tiene en su mano izquierda la antorcha ardiente, la llama ardiente del amor de Dios. El Señor, en efecto ha dicho: “¿Yo he venido a aprender fuego a la tierra; y cómo desearía que ya estuviese ardiendo” (Lucas 12, 49). Que ello arda en vuestros corazones, el fuego de la gracia y del Amor de Dios. Cuan grande sea su deseo de esto, lo vemos en su Sacramento de la Eucaristía.
Allá está su Amor que vence toda cosa viviente, escondido en su carne y en su sangre, para estar siempre con nosotros. Sobre el altar y en el tabernáculo está la fuente de Amor, allá está la Omnipotencia por excelencia. Allá nosotros deberíamos encontrar la gracia, para que el fuego del Amor se haga en nosotros luz viva y resplandezca en las tinieblas. Si nosotros nos postramos humildemente adorando con gratitud y respeto a Dios en este Santo Sacramento, entonces también en nosotros arderá el fuego del Amor de Dios y llegará a ser luz.

Oración a San Uriel Arcángel:
“San Uriel rodéanos  con el cinturón de fuego, ven en nuestra ayuda con tu ejército celestial, y enséñanos a hacer como ha hecho Jesús, aquí en la tierra.” Amén.

El Santo Arcángel Jehudiel: “Alabanza de Dios”: Combate el espíritu de la envidia y del celo. El espíritu de la envidia se dirigió contra María, porque de Ella debía salir la Encarnación de la Divina Persona.  Su envidia lo empujó en contra del Decreto de Dios. Con varios exorcismos, el segundo demonio de Jehudiel. El pecado de envidia es celoso del bien del prójimo. Una vez en el Antiguo Testamento, sus hermanos querían quitar de en medio a José por envidia,, porque era el hijo predilecto de Jacob. La envidia cegó a los fariseos frente a la Santidad y al poder milagroso de Dios. Su envidia se transformó en odio en contra del Señor y lo condenó a muerte.  Nosotros logramos vencer la envidia con el amor de Dios, a sus Mandamientos y al prójimo, con la benevolencia, aceptando y reconociendo al prójimo.
También el odio y el fanatismo se vence con el amor a Dios. El Santo Arcángel Jehudiel es nuestro guía y nuestra ayuda. Su aceptación incondicional del Decreto Divino y su celo en la ejecución de sus mandatos selló su eterna alianza con Dios.
Por lo tanto él glorifica y exalta por toda la eternidad a Dios e incorpora en el amor la viva alabanza a Dios. El pueblo escogido del Antiguo Testamento ha roto la antigua alianza y la ha rechazado. En el Nuevo Testamento estamos todos nosotros llamados a recibir la corona, que Jehudiel tiene en su mano derecha, la señal de la recompensa divina para aquellos que son fieles a Dios y lo alaban,  como escribe San Pablo a Timoteo: “ahora me corresponde la corona de justicia, que el Señor, justo juez, me dará en ese día. Pero no solamente a mí, sino a todos aquellos que han esperado con amor su venida (2 Timoteo 4, 8).

Oración al Arcángel Jehudiel:

                        “Santo Arcángel Jehudiel,
                            fuerte ángel y gran opositor de losa espíritus
                            malignos, ven en nuestra ayuda con todo
                            tu ejército angelical.
                            Asístenos en la lucha contra los tremendos
                            Ataques del Infierno,
                            que amenazan destruir a la Iglesia.
                            Quita de nuestros corazones toda envidia
                            Y haz que el Decreto Divino
                            Llegue a ser para nosotros
                            Alabanza eterna y viviente en Dios.”
                            Amén.  

El Santo Arcángel Sealtiel: “Plegaria a Dios: Combate el espíritu de intemperancia y del exceso en la bebida.
La intemperancia lleva a toda clase de pecados y de delitos.  El Salvador nos advierte: “Estén alerta, no sea que se endurezcan sus corazones por los vicios, borracheras y preocupaciones de la vida. No sea que ese día caiga de repente sobre ustedes” (Lucas 21, 334).
Nosotros tenemos que contraponer a este vicio la virtud de la templanza y de la renuncia.  Ellas llevan a una inteligencia más clara, a una voluntad fuerte, a nuevas virtudes, al perdón de los pecados, a la escucha de las oraciones, a gracias extraordinarias y a la vida eterna.
Por su intercesión pueblos enteros, en ambiente de misión, fueron liberados del pecado de la intemperancia en la bebida. Esto lo ha conseguido un sacerdote en las misiones, donde él había dado a conocer a este Arcángel y había invocado su ayuda. Sealtiel como distribuidor de gracias lleva en sus manos una cesta de flores, señal de la gloria, de la vida con Dios. A Sor Josefa Menéndez, Jesús dijo: “La alegría de la vida en la vida de los niños de Dios se refleja en Sealtiel.  El saberse escondidos completamente en la bondad paternal de Dios, en el ardiente amor de María y el valor de luchar por Dios y por María. El amor de entrega a Dios también se refleja en Sealtiel y nosotros tenemos que invocar al Arcángel y a sus ángeles para los esposos, para que ellos puedan siempre decir sí a toda nueva vida, confiada por Dios y por El obsequiada.

Oración al Arcángel Sealtiel:

                                “Santo Arcángel Sealtiel,
                                      ayúdanos con tus ángeles,
                                      enséñanos a rezas,
                                      como el Señor ha rezado
                                      y nos ha enseñado a rezar”.
                                      Amén.

El Santo Arcángel Baraquiel: “Bendición de Dios: Combate el espíritu de la pereza y de la superficialidad religiosa y la tibieza. Con el celo por el bien y con toda la seriedad en el compromiso por la propia santificación nosotros podemos hacer frente a este vicio.
El celo es el bien necesario a la santidad, a la dicha, porque “El Reino de los Cielos sufre violencia y tan solo los violentos lo pueden arrebatar” (Mateo 11, 12). Y en otro lugar Jesús dice: “No los que dicen Señor, Señor entrarán en el Reino de los Cielos, sino aquellos que hacen la Voluntad de mi Padre que está en los Cielos (Mateo 7, 21).
Los tibios son a los ojos de Dios también peores que las almas frías. El Señor dice: “Puesto que no eres ni caliente ni frío, sino tibio, yo comienzo a vomitarte de mi boca” (Apocalipsis 3, 16).
El Santo Arcángel Baraquiel es invocado para la Bendición Sacerdotal, esto es para tener sacerdotes, “para que hayan muchos sacerdotes que bendigan, porque todo está puesto en la Bendición de Dios”, dice el Salmo! (Sal. 3, 8). El ritual de las bendiciones, (el libro de las bendiciones), Baraquiel lo tiene en su mano derecha como señal de la Bendición del Señor, de los Santos Sacramentos y la Administración del preciosísimo tesoro confiado a los sacerdotes, de Sí mismo: La Eucaristía, es vuestra gran tarea y debe ser toda vuestra entrega. 
Tiene que ser nuestra primera preocupación en la oración y para esto nos viene en ayuda el Santo Arcángel Baraquiel con sus santos ángeles, para que la llamada amorosa del Señor a las vocaciones, que os han sido concedidas, lleguen a ser una correspondencia, porque vocación es también una correspondencia, como ya decía San Pablo: “Yo os exhorto a caminar de una manera digna de vuestra vocación, que os ha sido concedida, con toda humildad, dulzura y paciencia. Soportaos mutuamente en la caridad. Sed generosamente comprometidos para conservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4, 1 y ss.).

Oración al Arcángel Baraquiel

                               “Santo Arcángel Baraquiel,
                                     convéncenos con tus ángeles.
                                      Ayúdanos a crecer en las buenas obras
                                      Y en el amor a Dios y a María”.
                                       Amén. 

En la grandeza de las tareas a ellos confiadas nosotros podemos reconocer el poder de los siete Arcángeles y podemos reconocer que nunca son invocados suficientemente. Aquel que los honra, honra también a su Reina, a María, y obtienen una eficaz ayuda en la lucha contra los siete pecados capitales. Recemos a menudo siete Pater y Ave y Gloria en honor de los Santos Arcángeles, con la invocación:  

                   “Vosotros santos ángeles, venid con vuestros
                   ejércitos, mostrad a nosotros y a todos los hom-
                   bres vuestra ayuda y vuestra fuerza, para que
                   nuestro corazón se encienda en el Amor de Dios
                   y de María, vuestra Reina.” Amén.  

LOS SANTOS ÁNGELES:
Nuestros Poderosos Defensores y su tarea sublime al servicio de la Creación.
Parte IV (de Cuatro Partes)

UN COMPENDIO DE LA DEMONOLOGIA

Según la enseñanza de San Pselio, esta doctrina es el fundamento usado en la Santa Iglesia Católica.  San Pselio divide a los demonios en seis clases:

1.-    Los demonios de fuego
2.-    Los demonios del aire
3.-    Los demonios de la tierra
4.-    Los demonios del agua
5.-    Los demonios subterráneos
6.     Los demonios nocturnos.    

1.-  Los demonios de fuego: dominan las regiones de los Planetas y de los Astros y se sirven de sus rayos para causar daño a las personas.  Todas estas influencias y las siguientes las utilizan los demonios tan solo dentro de ciertos límites permitidos por Dios.  Sin embargo su medida será siempre oculta a nosotros.  Bajo la influencia de estos demonios están: la magia negra, los astrólogos, aquellos que consultan las cartas, los dictámenes de los horóscopos, los espiritistas de diversas prácticas, porque ellos excluyen la responsabilidad de la voluntad. 

Declaración de un  demonio: “Para nosotros es lo mismo que estas prácticas sean usadas para los estudios, por curiosidad o también por juego, etc. Importante es para nosotros que sean hechas con libre voluntad, de esta manera se abre para nosotros una brecha en su espíritu”.

2.-  Los demonios del aire: ellos se sirven de las fuerzas de la naturaleza, de los rayos, del granizo, del viento, de la tempestad, de los tornados, etc., para causar daño a los hombres o para matarlos. 

En la carta a los Efesios San Pablo escribe: “Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del mal que están en las alturas” (Ef. 6, 12).  Por esto en caso de huracanes, tempestades, etc., se utilizaba el sonido de las campanas benditas, las bendiciones contra los temporales, el uso de las velas benditas, y sobre todo el uso del Agua bendita que se conocía ya desde el tiempo de los apóstoles y fue siempre practicada en la Iglesia Católica. 

3.-  Los demonios de la tierra: ellos realizan sus acciones dañinas en ciertos territorios, bosques, cuevas, ahora en el tráfico vial, para que las personas se pierdan o caigan bajo el veneno o los ataques de bestias salvajes.  

De la experiencia de un misionero en el Ecuador, donde hay muchas serpientes venenosas y animales salvajes, ninguna persona fue mordida por serpientes venenosas, siempre y cuando hubiera llevado consigo una medalla de San Benito bendecida, o mejor dicho: “Medalla de la Cruz”. Jesús dijo a una persona escogida: “Hay de aquellos que no llevan consigo nada bendito”.  El demonio segundo en jerarquía, durante un exorcismo tuvo que decir: “Si los hombres de este tiempo invocarán más a sus ángeles custodios, que tienen también gran poder sobre nosotros, acontecerían menos desgracias pues en ellas estamos presentes”.  El uso de la medalla bendita de San Benito, o medalla de la cruz, no ha sido recomendado suficientemente, porque cuando es bendita recibe un particular exorcismo.

4.-  Los demonios del agua: arrojan a las personas en los ríos, en los lagos y en el mar en estado de embriaguez, volcando las barcas para que sean atacadas por los peces del mar, etc. En la antigua selva del Ecuador han sido vistos en los ríos perros negros y también jinetes negros.

5.-  Los demonios subterráneos: tientan sobre todo a los buscadores de oro, a los mineros, etc., ellos los impulsan mucho para que blasfemen. En 1937 en el territorio Ruhr aconteció una desgracia en la mina, por lo cual murieron 120 mineros, desgracia que la vidente Mamá Hibbeln había predicho.  Ella afirmó que la cosa más espantosa fue que la mayor parte de estos hombres se condenó, porque entraban blasfemando en las excavaciones, hacían su trabajo blasfemando y luego dejaban la mina también blasfemando.

6.-  Los demonios nocturnos: arrastran a los hombres a cometer muchos pecados y delitos durante la noche. Como ayuda y defensa nosotros debemos sobre todo invocar y venerar al ángel Orphar de los Principados, “el ángel de la noche”.

El ritual romano contiene alrededor de 150 bendiciones y consagraciones. Por medio de todas estas bendiciones y consagraciones la Iglesia con el poder de Cristo, arrebata a los demonios y a los espíritus malignos, su fuerza y se sirve y recomienda de servirse de estos objetos benditos o consagrados para impedir daños o molestias a las personas.

De este breve compendio nosotros conocemos la importancia de la invocación y de la súplica a los santos ángeles.


I N R I  -  O R A C I Ó N

Una oración muy importante que Jesús mismo ha recomendado para este tiempo tan duro:


                “Jesús de Nazaret, justísimo Rey, Rey de la justicia
                  y de todos los justos, fuerza y poder de este título
                   victorioso, protégenos y sálvanos de todos los ene-
                   migos visibles e invisibles y de todos los peligros.”
                   Amén.

El “Padre Nuestro” de Santa Matilde por las pobres almas.
El siguiente hecho que relatamos nos muestra el valor y la utilidad del “Padre Nuestro” de Santa Matilde por las pobres almas, hecho acontecido a una mujer favorecida por Dios en el día de la presentación de Jesús, el 2 de febrero de 1968. Aconteció en el lugar de las peregrinaciones de María Ensieldel (Suiza). Era pleno invierno, un día de trabajo, y la Iglesia estaba casi vacía cuando una señora Aloisia Lech estaba rezando junto con sus parientes. Ella miró hacia el altar de las gracias y vio a una anciana religiosa vestida a la antigua moda. Ella se dirigió hacia la religiosa y ésta le entregó una papeleta. Sin pensar mucho ella se puso el papel en el bolsillo. 
Y he aquí que aconteció algo excepcional. Inesperadamente se abrió la puerta de entrada y con pasos livianos, como de espíritus, ingresó un ejército de pobres peregrinos mal vestidos y harapientos. La campesina fue muy sorprendida de como toda esa gente haya podido encontrar lugar.  Luego se fue por un instante a un lado para encender una vela. Cuando regresó, de nuevo a la Iglesia estaba como muerta. Llena de sorpresa ella preguntó a sus familiares cómo era eso y de dónde habían venido tanta cantidad de gente. Pero nadie de ellos  había visto dicha cosa y ni siquiera a la religiosa.  De ésta nadie se había dado cuenta. Incrédula ella sacó enseguida del bolsillo la papeleta u hojita.
El escrito que ella tenía en la mano la convenció que efectivamente ella no había soñado, ese escrito contenía el texto de una plegaria que una vez el Salvador enseñó a Santa Matilde durante una aparición. Era “el Padre Nuestro” de Santa Matilde para las pobres almas.  Cada vez que Santa Matilde rezaba esta oración ella veía ejércitos de jóvenes almas entrar al cielo.

Padre Nuestro que estás en los Cielos…

Yo te suplico, oh Padre Celestial, perdona a las pobres almas del purgatorio porque ellas no te han amado como su Señor y Padre que por Tu amor y generosidad habías acogido como hijas, y no Te han rendido ese amor que Te correspondía, sino que con el pecado Te han echado de su corazón, donde Tu querías habitar para siempre. En reparación de esas culpas yo te ofrezco ese amor y ese honor, que Tu Unigénito Hijo Te ha tributado durante su vida terrenal, y todas las obras y las penitencias y las reparaciones con las que Él ha lavado y expiado todas las culpas de los hombres.  Amén.

Santificado sea tu nombre…

Yo te suplico incesantemente, Clementísimo Padre, perdona a las pobres almas, porque ellas no siempre han sabido respetar y honrar Tu Santo Nombre, sino que a menudo lo han tenido irreflexiva y superficialmente en los labios y con una vida pecaminosa se han hecho indignas del nombre de cristianas. En satisfacción de estos pecados yo Te ofrezco el honor que Tu amado Hijo Te ha dado en la tierra con su Palabra y acciones y ha glorificado Tu nombre.  Amén.

Venga a tu reino…

Yo te ruego oh, Clementísimo Padre, perdona a las pobres almas porque ellas no siempre han deseado ardientemente Tu Reino, donde solo está la verdadera paz, el verdadero descanso. En reparación de la superficialidad en realizar el bien, yo Te ofrezco los santos anhelos de Tu Hijo, con los cuales El busca, desea y quiere que ellas también sean coherederas de Tu Reino.  Amén.

Hágase Tu voluntad en el Cielo como en la tierra…

Yo Te ruego, Clementísimo Padre, perdona a las pobres almas, porque ellas no han sometido su voluntad a la Tuya y no siempre han tratado de realizarla en todas las cosas, sino que a menudo han vivido según sus gustos, a su manera, han obrado y se han comportado contra tu Querer.  Por su desobediencia yo Te ofrezco una perfecta unión del corazón muy querido de Tu Hijo con tu Santísima Voluntad y su profunda sumisión, habiendo sido El obediente hasta la muerte. Amén.

Danos hoy nuestro pan de cada día…

Yo Te ruego, Padre Bueno, perdona a las pobres almas porque ellas han recibido muchas veces el Santísimo Sacramento del Altar sin un vivo deseo, sin atención, sin ardiente amor y hasta indignamente, y con gran descuido al recibirlo. Por todos estos pecados suyos yo Te ofrezco la gran Santidad y Devoción de Jesucristo, Hijo Tuyo, como también su ardiente Amor, con el cual nos ha entregado este bien tan adorable.  Amén.

Perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores…

Yo Te ruego, amadísimo Padre, perdona a las pobres almas del Purgatorio todos los pecados de los cuales están cargadas, de los siete pecados capitales, y sobre todo, porque ellas no han amado a sus enemigos y no los han querido perdonar. Por estos pecados yo Te ofrezco, la amorosa plegaria, que Tu Hijo Te ha dirigido desde la Santa Cruz por todos sus enemigos.  Amén.

Y no nos dejes caer en la tentación…

Yo Te ruego, clementísimo Padre, perdona a las pobres almas porque ellas muchas veces no han opuesto ninguna resistencia a las tentaciones y a sus pasiones sino que han seguido al enemigo maligno y han satisfecho los deseos de la carne.  Por toda esta variedad de faltas y pecados yo Te ofrezco su Santísima Vida, sus fatigas, su trabajo y su amarguísima Pasión y Muerte. Amén.



Fuente: “Santos Ángeles, nuestros Poderosos Defensores y su tarea sublime al servicio de la Creación”, Heinrich Kreuzer, Librería Espiritual, Quito, Ecuador.